El recién electo presidente de Argentina, Alberto Fernández, denunció este sábado el no reconocimiento de la victoria electoral del mandatario Evo Morales en Bolivia, y lo calificó como una "enorme injusticia", al tiempo que reiteró el gran respeto que siente por el líder indígena.

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Fernández declaró su certeza de que Evo es "un gran presidente". "Tengo un enorme respeto por lo que hizo y por su gestión", aseguró el presidente argentino.

El líder del Frente de Todos manifestó su molestia por la recomendación de una segunda vuelta electoral por parte de la Misión de Observación de la Organización de Estados Americanos (OEA), quien pusiera en duda la victoria del mandatario boliviano con el mínimo porcentaje de diferencia respecto a su rival, Carlos Mesa.

A su juicio, el paso de la OEA constituye una falta de respeto a la institucionalidad de los países latinoamericanos, al tiempo que estableció un comparación entre los resultados electorales de Evo y los del expresidente argentino Mauricio Macri en los comicios de 2015, cuando subió a la presidencia de la nación suramericana. Entonces, "todo el mundo salió a aplaudió", recordó.

El mandatario de la tierra del tango instó a la comunidad internacional a reconocer el triunfo del líder indígena quien, considera, es el "único" mandatario que ha logrado cambiar la estructura económica de Bolivia para bien de la población.

Luego de las elecciones generales del pasado 20 de octubre, en varias zonas de Bolivia se han dado violentas protestas como muestra de rechazo a la reelección  de Evo, por considerar que es producto de una manipulación del ejercicio electoral.

Ante esto, el líder del Movimiento AL Socialismo (MAS) exigió este viernes a la oposición que presente ante la Misión de la OEA pruebas concretas que validen sus denuncias de fraude, en lugar de estimular las revueltas que sumen en el caos al país.

Ese organismo internacional inició este jueves una auditoría de las presidenciales para develar la verdad sobre el proceso electoral y descartar las demandas de la oposición que busca escalar al poder en la nación latinoamericana. Para Evo, este periodo de inestabilidad no es más que un intento de Golpe de estado de la oposición que ha estimulado las masivas protestas en el país.