El volcán de Costa Rica, Poás, comenzó este jueves a las 9H20 (hora local) una nueva erupción de ceniza, arcilla y azufre, la que continuó pasado el mediodía, con una columna que se elevó verticalmente desde el cráter hasta unos 700 metros.

El vulcanólogo de la Red Sismológica Nacional (RSN), Mauricio Mora, explicó que debido a que el viento era débil en la mañana, los materiales lograron elevarse con más facilidad por encima del nivel del cráter.

El experto explicó que se trata de erupciones pasivas, sin proyección de rocas, pero con mayor cantidad de cenizas y con la particularidad de que antes de la emisión grisácea, hubo otra de color rojizo, similar a un ladrillo.

"El tono rojizo surge en virtud de que hay capas de arcilla que fueron fracturadas por el proceso de interacción con el magma superficial, y por ahí sale posteriormente la ceniza hacia la boca principal", señaló.

Lluvia ácida

Mora indicó que por la humedad en el ambiente y por condiciones propias de la estación lluviosa, la interacción de gases, cenizas y otros materiales con el agua, generan lo que se denomina "lluvia ácida", la que incide en cultivos, pastos, ganado y hasta en las estructuras metálicas. Estas últimas son corroídas por la acidez del material que se precipita.

Asimismo, exhortó a los lugareños a adoptar las medidas de seguridad que dicta la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), la que mantiene prohibición de ingreso a personas en un radio de 3,5 kilómetros alrededor del cráter.

De acuerdo a medios locales -hasta el cierre de esta nota- no se han reportado daños físicos ni materiales.