Teresa Álvarez (93) y Faustina Romeral (90) son dos de las tantas víctimas del Franquismo, quienes declararon este jueves ante los jueces Fernando Andreu, de la Audiencia Nacional española y María Servini, que instruye en Argentina las denuncias de víctimas españolas de la dictadura franquista.

"Contar todo lo que me ha pasado me alegra mucho", afirmó Álvarez, tras prestar testimonio sobre las persecuciones sufridas por su familia ante la jueza argentina. "He contado todo con detalles. No tengo memoria, pero eso lo tengo grabado", agregó.

Romeral relató que "su abuelo fue fusilado, su padre está desaparecido lo mismo que su hermano, y que ella misma estuvo detenida varios años, lo mismo que su madre", explicó Carlos Slepoy, uno de los abogados de las dos ancianas.

Por su parte, Álvarez contó a la jueza el calvario de su familia, con un hermano desaparecido, otro enviado a un batallón de trabajadores forzados y su padre encarcelado y torturado. Le metieron "la varilla de un paraguas por los oídos y quedó sordo para siempre", relató.

Las víctimas relataron sus casos ante la magistrada que indaga en los crímenes de la guerra civil española (1936-1939) y de la dictadura franquista (1939-1975).

Paralelamente a las declaraciones de las nonagenarias, otras víctimas del franquismo se apostaron en las afueras de la Audiencia Nacional a protestar. "Tenemos memoria, queremos justicia" gritaban algunos de ellos.

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La corresponsal de teleSUR en España, Hilda Salas, informó que intentaron prohibirles a los manifestantes protestar en las afueras del organismo, sin embargo las víctimas no se fueron.

Servini se encuentra desde hace dos semanas en España, donde recogió testimonios en las regiones del País Vasco (norte), Andalucía (sur) y Madrid.

Las asociaciones de víctimas calculan más de 110 mil desapariciones forzosas y hasta 300 mil bebés robados durante el periodo investigado.

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