El viceministro de Interior, Guillermo Rivera, llegó este martes a Buenaventura para "construir" una solución para la situación que se vive en esa ciudad y en el departamento del Chocó.

Durante las últimas dos semanas, varios sectores de Colombia decidieron detener sus labores e incluso la actividad de sus ciudades. 

Los habitantes de Chocó se declararon desde el 10 de mayo en cese de las actividades comerciales, el transporte, las escuelas y la atención no prioritaria en hospitales. Al departamento le siguió Buenaventura, en Valle del Cauca, puerto que optó por lo mismo.

Los chocoanos exigen que se cumpla el acuerdo al que se llegó con el Gobierno de Colombia en 2016 y en el que se pactó el desembolso de 720.000 millones de pesos para la terminación de las vías Medellín- Quibdó y Quibdó- Pereira, otros recursos para la construcción de 158 sedes educativas, la construcción de un hospital de tercer nivel, la actualización del mapa del departamento, la reducción en las tarifas de la energía y la exigencia de agua potable.

El viceministro lidera la avanzada oficial en Buenaventura, en paro cívico desde hace dos semanas por incumplimiento de los acuerdos en materia de infraestructura y salud, logrados con el Gobierno de Juan Manuel Santos hace un año.

Rivera también se pronunció sobre la solicitud de los líderes de la protesta para declarar la emergencia económica y social en esa región.

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Junto a Rivera llegaron también el alto consejero para las Regiones, Carlos Alberto Correa, el viceministro de Agua y Saneamiento Básico, Feranado Vargas, el gerente de Plan Pazcífico, Luis Alfonso Escobar y el presidente de Findeter, Luis Fernando Arboleda.