El Gobierno de Venezuela rechazó mediante un comunicado rechazó el Informe sobre Derechos Humanos 2016 del Departamento de Estado de Estados Unidos (EE.UU.) por violar la soberanía de los Estados y por su "descarado doble estándar y uso político" del tema. 

"En su afán de actuación extraterritorial e imperialista", Estados Unidos pretende "evaluar el estado de los derechos humanos en casi todos los países del mundo, mediante un descarado doble estándar y uso político de los derechos humanos", que busca "trasladar al jardín de sus vecinos lo que no logra corregir en el propio, o peor, aún, que prefiere deliberadamente ocultar con la complicidad de la maquinaria mediática mundial".

El Ejecutivo venezolano recordó que "el incumplimiento en materia de derechos humanos en los Estados Unidos es grave y masivo". En este sentido, indicó que "basta recordar que EE.UU. no ha suscrito los principales instrumentos internacionales en materia de derechos humanos, incluidos los tratados y convenciones de Derecho de los niños".

Las afrentas de EE.UU. a los derechos humanos "coinciden con un orden financiero internacional dirigido a consolidar cada vez más la distancia entre ricos y pobres", indica el comunicado. 

Ese orden financiero al que responde EE.UU. busca "favorecer al gran capital y marginar masivamente a la mayor parte de su población", en detrimento de "los derechos esenciales como la salud, la vida, la vivienda, la educación, la alimentación y la dignidad humana".

Las guerras alrededor del mundo propiciadas por EE.UU. también son señaladas en el comunicado del Gobierno venezolano. Su maquinaria militar "ha causado la mayor cantidad de muertes violentas en el mundo, mediante intervenciones bélicas dirigidas a asegurarse los recursos naturales estratégicos de los países, y a derrocar gobiernos que no se alinean con sus postulados y valores imperiales".