Como ya es tradición navideña, los venezolanos despedirán el 2014 con las acostumbradas gaitas, una melodía que nunca falta durante la época decembrina y que fue declarada Patrimonio Cultural de la nación en noviembre de 2014.

La gaita, originaria del folklore regional del estado de Zulia (occidente venezolano), se impone cada diciembre a los ritmos comerciales y nunca falta en las festividades navideñas.

“Viejo año”, “Sin rencor” y “Amparito” vuelven cada navidad para alegrar los hogares de los venezolanos y llenarlos de melancolía mientras despiden el año viejo. 

“Chinita de Maracaibo”, “Navidad sin ti”, “La grey zuliana” y “La cabra mocha” son algunas de las gaitas que se escuchan sin cesar durante las celebraciones de navidad y fin de año.

Pese a tener el mismo nombre, la gaita venezolana no se parece a la gaita escocesa o irlandesa de fuelle, bolsa y caños de diversos tamaños. En el país suramericano este género se interpreta con furruco o furro, tambora, maracas, charrasca (especie de güiro) y cuatro. 

Esta fusión de lo africano, lo ibérico y lo indígena a veces se mezcla con lo clásico al incluir instrumentos como la guitarra, el violín, el clarinete y el piano.

Joropo y tambor se cuelan en las navidades 

En navidad, otro favorito de los venezolanos es el joropo, un género característico de los llanos (centro del país).

El director del Centro Nacional de Danza, Omar Orozco, explicó que hay diferentes tipos de joropo en Venezuela y cada región le confiere sonidos y aportes rítmicos distintos.

Este género, que se baila con zapateos y pasos fuertes, se ha colado en las navidades venezolanas, al igual que el tambor, legado musical de los esclavos africanos.