Al menos 470.000 rohingyas necesitan ayuda para construir sus refugios en Bangladés, informó este domingo la oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el país. 

A través de su último informe, la ONU señaló que unos 470.000 ciudadanos, entre ellos refugiados de Myanmar, necesitan ayuda para sus refugios tras su llegada al país asiático antes y después de los hechos violentos del 25 agosto.

La organización estimó que unos 436.000 rohingyas han llegado a Bangladés desde las olas de violencia, mientras que el jueves reportaban que la cifra se ubicaba en 429.000, de los cuales una minoría de refugiados se ha estado trasladando a la ciudad bangladés de Cox's Bazar.

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En el documento también se detalló que el movimiento por la frontera presuntamente ha ido decreciendo, aunque los rohingyas que se encuentran en asentamientos “espontáneos” se ubican en 200.000, otros 148.000 están en campamentos preexistentes y otros 88.000 se sitúan en comunidades de acogida. 

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, expresó que los rohingyas viven en condiciones difíciles y con temor “por lo que han pasado y visto en Myanmar".

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Entre las calamidades que pasan los refugiados está el alto riesgo a enfermedades debido que no tienen acceso a servicios sanitarios ni agua, además de los traumas severos al ver padres asesinados, familias divididas, violaciones contra mujeres y mucha violencia. A juicio de Grandi tomará mucho tiempo para curar sus heridas. 

"De las cicatrices que llevan refugiados Rohingya, los más difíciles de curar serán las que la violencia ha causado a sus corazones y mentes".

La ola de violencia se produce debido que las autoridades de Myanmar no reconoce a los rohingyas y les imponen restricciones a sus derechos básicos.