Siria rechazó este viernes el informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización para la prohibición de las Armas (OPAQ), en el que responsabiliza a Damasco por el ataque con armas químicas del pasado 4 de abril en la localidad de Jan Sheijun, provincia de Idlib, que dejó más de 80 muertos.

Mediante un comunicado, la Cancillería siria condenó las acusaciones directas e indirectas en su contra que se incluyeron en el informe de este jueves y en el anterior, "porque representa una falsificación de la verdad y la distorsión de toda la información precisa sobre lo sucedido en Khan Sheikhon", destacó el texto. 

Siria, en el comunicado, reiteró su compromiso con la "conservación de la prohibición de las armas químicas y que ya no tiene sustancias químicas tóxicas prohibida de conformidad con la Convención". 

Asimismo, consideró que el uso de armas química es un acto inmoral y condenable en cualquier lugar, momento y circunstancias. 

El informe de la ONU y la OPAQ, publicado el jueves, afirma que el Gobierno sirio es responsable del ataque con gas sarín perpetrado el 4 de abril en la localidad de Jan Sheijun, en la provincia noroccidental de Idlib, que dejó 83 personas muertos según Naciones Unidas.

Estados Unidos y varios países occidentales acusan a Siria de utilizar armas químicas contra su población, a pesar de que el Gobierno de Bashar Al Asad entregó en 2014 su arsenal químico a la OPAQ y en 2016 la misma organización anunció la destrucción total de las armas. 

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