Este martes 31 de octubre, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, afirmó que no existen pruebas que vinculen a su país con injerencias en Estados Unidos (EE.UU.) y otros países.

"Se nos acusa, sin una sola prueba, de injerencia en las elecciones, no solamente en Estados Unidos sino en otros países", dijo Lavrov en una conferencia de prensa en Moscú, un día después de la imputación de tres integrantes del equipo de la campaña presidencial de Donald Trump por sus supuestos contactos con Rusia.

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El fiscal especial Robert Muller acusó al abogado Paul Manafort y a su socio Rick Gates por 12 cargos que no están relacionados directamente con actividades del comité electoral de Trump, sino con delitos cometidos mientras Manafort dirigía la campaña presidencial. Sin embargo, George Papadopoulos, asesor de política exterior de la campaña del actual presidente de EE.UU., admitió haber sostenido reuniones con funcionarios rusos que ofrecían información "sucia" sobre la candidata Hillary Clinton.

En la misma rueda, Lavrov reveló que considera que Washington no le consultará a Corea del Sur, en caso de atacar a Corea del Norte. "El presidente surcoreano nos aseguró que EE.UU. no podrá aplicar la fuerza sin consultar a Corea del Sur", dijo el canciller, agregando sin embargo que: "Oigo declaraciones diferentes de Washington que no hacen pensar que habrá alguna coordinación, alguna consulta y menos aún alguna autorización solicitada".

Asimismo, el ministro aprovechó la ocasión para dar cuenta que tanto Donald Trump como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, aceptaron la invitación de participar en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo programado para mayo del año que viene , en Rusia.