La presidenta destituida del Brasil, Dilma Rousseff, expresó este miércoles  que luchará incansablemente por restablecer la democracia en la nación, tras darse por culminado el juicio político. 

En una conferencia de prensa, llamó a todos los ciudadanos a permanecer unidos y al entendimiento sin importar la afiliación partidista o política. 

"Queremos que estemos juntos porque aquí hay otro retroceso, otra agenda conservadora y no vamos a detenernos", garantizó la exjefa de Estado. 

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Dijo en su duro discurso, que "salgo de la presidencia, sé que no traicioné ni cometí ningún acto ilícito. Salgo con dignidad cargando en el pecho, el mismo amor por los brasileños y brasileñas (...) y la misma voluntad de trabajar por la nación". 

Expresó que, a su juicio, dio lo mejor de su capacidades y nunca huí de mis responsabilidades. "Me conmoví en la lucha contra la pobreza, contra la miseria, y combatí todo esto y tracé buenos combates y vencí muchas de estas luchas", sostuvo. 

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Precisó que no quisiera estar en el lugar de los que se creen vencedores, la historia será implacables con ellos, como ya ocurrió en décadas pasadas.

"Tengo seguridad que puedo decir hasta pronto y dentro de muy poco, sé que asumiré otras tareas. Lucharé incansablemente para continuar construyendo, para poder tener un futuro donde tengamos una historia basada en la elección directa", mencionó.