Centenares de personas rindieron homenaje a los dos rehenes que fallecieron en una cafetería de Sydney tras una operación de las fuerzas del orden que puso fin al secuestro en el barrio de Martin Place.

Entre los asistentes estuvo el primer ministro, Tony Abbott, quien deberá averiguar cómo el responsable, un hombre con pasado violento, pudo pasar desapercibido para las autoridades: “Incluso aunque este individuo, esta persona enferma y perturbada, hubiese estado en todas nuestras listas de vigilancia, aunque este individuo hubiese estado vigilado 24 horas al día, es más que posible que este incidente hubiese ocurrido”, dijo el dirigente.

El secuestrador de nombre Man Haron Monis, falleció durante la operación. También murieron dos de sus rehenes, Katrina Dawson y Tori Johnson. Éste último, encargado de la cafetería, lo describen como héroe por medios locales, quien habría muerto tratando de arrebatar el arma al secuestrador. 

Luego de 17 horas de secuestro, la policía entró en el local, tras supuestamente escuchar unos disparos, y mató al secuestrador, aunque apenas se han ofrecido detalles de lo ocurrido en el interior del local "Lindt Chocolate Cafe".