Documentos confidenciales del autodenominado Estado Islámico, fueron supuestamente robados por uno de sus exintegrantes y fueron puestos a disposición de medios internacionales para identificar a terroristas y reconocer a quienes les iniciaron las acciones violentas en Siria y otras naciones.

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Las principales razones de su deserción ha sido el hecho de que en estos momentos la gran mayoría de los cabecillas y altos mandos de Daesh son exoficiales de la era del exdictador iraquí Saddam Husein; aseguró el excombatiente.

Los textos de los documentos revelan detalles personales como fechas de nacimientos, países de origen, números de telefónicos, grupos sanguíneos, entre otros. Dichos datos revelan que solo el 1.7 por ciento de sus integrantes son de nacionalidad siria; mientras que dos tercios de los que conforman extremistas proveninentes de Arabia Saudí, Túnez, Marruecos y Egipto.

Dichos datos refieren que los puestos de control del Estado Islámico exigen información detallada de todos los que desean entrar en los territorios bajo su control, e incluso les dan la opción de elegir si quieren servir como soldados o suicidas.

Organismos de Inteligencia occidentales han mostrado su interés en los documentos, debido a que estos datos dejan al descubierto información personal de cientos de miles de ciudadanos que se han unido a las filas del Estado Islámico.

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