El Senado mexicano avaló este miércoles el reglamento de la reforma energética, que permitirá la ejecución de esta polémica ley dirigida a la inversión de las compañías privadas en este sector. 

Con 90 votos a favor y 27 en contra fue aprobado el sexto y último dictamen del reglamento, rechazado por senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD), pues el sector privado estaría por encima de la estatal petrolera Pemex. Al menos más de la mitad de las gasolineras no trabajarían bajo sus reglas.

Se espera que los parlamentarios se decidan a votar por última vez la normativa y modificar algunos artículos o dar luz verde a este reglamento analizado. En caso de algún cambio, el texto regresaría a la Cámara de Diputados para su visto bueno.

Con la reforma se abre la exploración y producción de crudo a empresas particulares y se permitirá la entrada de inversión privada al sector eléctrico, que dependía de la compañía estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE). Además, el gobierno podría asumir sus deudas.

Aún se oponen a la norma, la izquierda mexicana y conocidas personalidades, puesto que quita recursos al Estado mexicano, afectaría la producción de empleos y monopolizaría la explotación de gas y petróleo. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) impulsa la ley desde diciembre pasado, pese a la oposición del PRD.