El presidente estadounidense Donald Trump explicó este lunes la nueva estrategia de guerra de su país con respecto a Afganistán y el sur de Asia. El mandatario sostuvo que retirar a las tropas del país tendría efectos "inaceptables" en la región, pero no quiso precisar cuántos soldados enviará a esa nación.

"No vamos a hablar de números de tropas ni sobre nuestros planes de actividades militares", dijo Trump durante un discurso a la nación.

Según medios locales, el mandatario firmó un plan que incluye enviar cuatro mil efectivos militares a Afganistán para frenar el avance de grupos extremistas.

Aspectos de la "nueva estrategia"

Trump se reunió el viernes con su gabinete de defensa para analizar las posibles opciones con relación al conflicto, que incluían desde un aumento de tropas hasta una privatización de las operaciones militares, incluida una retirada completa.

Según el jefe de Estado, "el pueblo estadounidense está cansado de la guerra sin victoria", por lo que basó la estrategia de la nación en tres aspectos.

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El primero sería la búsqueda de "un resultado honorable y duradero digno del sacrificio de vidas" por parte de los militares estadounidenses. Asimismo, anunció que la salida rápida de las tropas estadounidenses de Afganistán es "inaceptable".

"No podemos cometer en Afganistán los errores que nuestros líderes cometieron en Iraq", sostuvo.

Y, finalmente, la nueva estrategia en Afganistán no tendría un enfoque en el tiempo, sino en las condiciones en el terreno. Por ello, Washington no "revelará el número de las tropas desplegadas en la región".

Cambio de discurso

Estas decisiones contrastan con las promesas emitidas por Trump durante su campaña electoral.

El discurso de este lunes marca un distanciamiento de sus declaraciones durante la campaña presidencial, cuando solicitó una "rápida retirada" de las tropas estadounidenses que se encontraban en Afganistán, y a la vez calificó este conflicto como un "desastre total", que representaba un alto costo para los contribuyentes.

Incluso, anteriormente a presentarse como candidato electoral, en 2012, Trump escribía este mensaje a través de la red social Twitter: "Es tiempo de salir de Afganistán. Construimos carreteras y escuelas para gente que nos odia. No favorece nuestro interés nacional".

Sin embargo, el mandatario explicó que, a pesar de su presunto "instinto de retirar las tropas de Afganistán", llegó a la conclusión de que la salida rápida de los militares estadounidenses dejaría un "vacío", que aprovecharían los grupos extremistas.

Aumento de bajas civiles

Con base en los posibles movimientos a realizar por Estados Unidos, el analista político afgano Abdul Kader Mesbá se refirió, en una entrevista al medio Sputnik, a los resultados que puede tener esta iniciativa.

"La situación en Afganistán se ha escapado al control de las fuerzas afganas y extranjeras. Para solucionar esta cuestión, Washington baraja tres opciones: la retirada completa de sus tropas de Afganistán; la 'entrega' de la guerra en Afganistán a una empresa militar; o el equilibrio militar en el país", expresó el analista.

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Asimismo, Kader Mesbá destacó que la nueva estrategia de Estados Unidos puede desembocar en el incremento del número de muertos civiles, ya que las viviendas de la gente común también estarán en el punto de ataque del Ejército estadounidense.

En los primeros seis meses de este año murieron 1.662 civiles, la cifra más alta desde que comenzó el conflicto, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El conflicto más largo en la historia de Estados Unidos

Estados Unidos y sus aliados invadieron Afganistán en 2001, luego de los ataques terroristas del 11 de septiembre de ese año en Nueva York y Washington. Con más de 16 años en actividad, la guerra de Afganistán es la más larga en la historia de Estados Unidos.

Desde la retirada de la mayoría de las tropas occidentales a finales de 2014, la operación Apoyo Decidido cuenta con 13.500 hombres, de los que 8.500 son soldados estadounidenses, a los que se suman unos cinco mil combatientes por la OTAN.

La nación estima que ha gastado más de 700.000 millones de dólares durante el conflicto.

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