Un total de 97 prisioneros políticos de las FARC- EP recluidos en la penitenciaría de San Isidro en Popayán se encuentran en huelga de hambre indefinida para denunciar la falta de medicamentos y atención sanitaria, así como para solicitar la aceleración de la implementación de los acuerdos de paz.

Un comunicado de la insurgencia, difundido este sábado a través de su página oficial, denuncia que el servicio de salud es muy precario, no cuenta con medicamentos, ni especialistas.

Los prisioneros políticos denuncian que uno de sus compañeros, Mario Fernández Puyo, falleció el pasado 17 de febrero tras pasarse una semana entera sin recibir atención médica, tras ser apuñalado por otro preso con problemas mentales.

Sus heridas se infectaron lo que produjo su muerte, acelerada por "la sistemática negligencia médica del establecimiento penitenciario por controlar la infección", sostiene el comunicado.

"Esta es una continua y triste realidad que ha convivido entre nosotros, ya que en el pasado se han repetido este tipo de casos, por lo cual exigimos al gobierno el mejoramiento de sistema de salud que permita tener una condiciones de vida digna de un ser humano", piden los prisioneros políticos.

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