El papa Francisco expresó desde la cárcel estatal Cereso 3 en Chihuahua, Ciudad de México que "el problema de la seguridad no se agota solo encarcelando", debido a que se deben buscar las causas y solventarlas, dijo. 

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"Ustedes (presos) han conocido la fuerza del dolor y del pecado. No se olviden que también está a su alcance la fuerza de la misericordia divina que hace nueva todas las cosas", resaltó. 

Agregó que "la persona que experimentó el infierno, puede volverse un profeta en la sociedad" 

Insistió en que la reinserción social verdadera dependerá de buenas escuelas y trabajo digno. 

Francisco señaló que las cárceles son un síntoma de cómo estamos en la sociedad, "son un síntoma en muchos casos de silencio y omisión que han provocado una cultura del descarte".

"Síntoma de una sociedad que poco a poco ha ido abandonando a sus hijos".

En referencia a la reinserción explicó que esta no comienza dentro de las paredes de una cárcel "comienza antes afuera en las calles de la ciudad".

"A veces pareciera que las cárceles se proponen incapacitar a las personas", sentenció Francisco.

Pidió a los reclusos ayudar a frenar el círculo de la violencia y la exclusión, "trabajen para que esta sociedad que usa y tira a la gente siga cobrándose a la víctimas", asimismo hizo un llamado a ayudar a cerrar el circulo de la inseguridad.

Francisco llevó al centro penitenciario una imagen de cristal en representación de la fragilidad, "ustedes se van a encontrar con mucha fragilidad, por eso quise traerles esta imagen de cristal que es lo más frágil".

Culminó pidiendo durante la oración agrandar el corazón para perdonar la sociedad que no supo ayudarlos y los empujo a los errores".

CONTEXTO

La ceremonia de despedida a Roma será a las 19h00 locales aproximadamente (01.00 GMT del jueves) en el aeropuerto internacional de Ciudad Juárez, con la presencia del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.