Las intenciones separatistas han tomado un auge en los últimos tiempos, en especial en las regiones europeas, que han manifestado su deseo de independencia de las organizaciones europeas o simplemente de ciertos territorios.

Europa pasa por una situación crítica, luego de la prolongada crisis de endeudamiento y la exigencia de las naciones para la devolución de su soberanía económica. 

Naciones con deseos de República

Cataluña actualmente mantiene una situación crítica por su deseo de separarse de España y convertirse en un Estado autónomo, luego que el resultado de un referendo aprobara la declaración de República y el Gobierno español decidiera el cese de las funciones del Gobierno regional. 

Otro caso es el de Escocia, que rechazó la separación de Reino Unido de la Unión Europea en septiembre de 2014, sin embargo, el Brexit sigue en pie tras el apoyo del partido nacionalista escocés. Sin embargo, Edimburgo considera que se debería realizar otra consulta porque no apoyan el abandono a organizaciones europeas.

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En Italia se torna una situación similar con la isla meridional de Cerdeña que según encuestas aseguran tener deseos separatistas desde 2012 un 40 por ciento de la población. Entre las razones independentistas se encuentran una herencia cultural y la economía insular que no corresponde al crecimiento italiano. 

Otras regiones italianas que sí acaban de celebrar referendo para exigir más autonomía y competencias fueron Véneto y Lombardía. Siendo dos de las localidades más ricas del país europeo, se quejan del déficit fiscal al compararse con los demás territorios italianos. No es la primera vez que Véneto realiza una consulta popular no oficial, debido a que en 2014 el 89 por ciento se inclinó por la secesión. 

Por otra parte, Sofía (capital de Bulgaria) podía separarse del resto del país, tal como fue el caso de Luxemburgo al independizarse de los Balcanes. 

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Las intenciones de secesión no solo se viven en Europa, el Medio Oriente también se ve afectado por estos deseos, tal es el caso del reciente referendo independentista celebrado en Kurdistán. 

Historiadores e investigadores especializados en relaciones internacionales han explicado que los intentos separatistas en Europa podrían ser una amenaza ya vivida, que pueden terminar en conflictos, como fue el caso de Francia y Alemania con Croacia y Eslovenia en 1991,  cuando se dejó un saldo de 200.000 muertos en los Balcanes.