Los obispos de la Iglesia Católica de Brasil rechazaron la reforma de las pensiones que impulsa el Gobierno de Michel Temer debido a que no la consideran solidaria y además sobrepone los intereses del mercado financiero.

El secretario general de la Conferencia Nacional de Obispos Brasileños y obispo auxiliar de Brasilia, Leonardo Steiner, dijo que "la reforma de las pensiones no puede aprobarse con prisas, ni puede colocar los intereses del mercado financiero y las razones de orden económica por encima de las necesidades de la población; los valores ético-sociales y solidarios son imprescindibles".

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La reforma de pensiones que pretende establecer el Congreso Nacional prevé que la edad mínima para la jubilación sea 62 años para las mujeres y 65 para los hombres, además de cambiar algunas reglas que harán que se extienda el tiempo necesario de trabajo para poder cobrar la pensión completa.

Por su parte, los nuevos cambios no distinguen a los trabajadores rurales de los urbanos, esto motivo las críticas de la Iglesia y de diversos sectores de la sociedad, y según el Gobierno está cediendo e incorporando algunas modificaciones a su reforma.

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Asimismo, Steiner expresó que hay un problema de base y es la falta de información, "es urgente una auditoría del sistema (…) no es posible buscar una solución de un asunto tan complejo con informaciones inseguras y contradictorias".