El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, conversó este domingo con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para pedirle un alto al fuego en la Franja de Gaza, donde los muertos por los bombardeos del régimen terrorista de Israel superan las mil personas.

En un comunicado emitido por la Casa Blanca, Barack Obama "dejó claro que es un imperativo estratégico instituir un alto el fuego inmediato y sin condiciones que ponga fin a las hostilidades y conduzca a un cese permanente de las hostilidades".

Según el parte, el mandatario reconoció nuevamente el derecho del Gobierno terrorista de Israel a "defenderse de los ataques de cohetes y a través de túneles de Hamás", también recordó que se debe permitir a los palestinos en Gaza "llevar vidas normales y solucionar las necesidades de desarrollo económico a largo plazo" de la Franja.

De su parte, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, sirve de mediador junto con Egipto para que tanto Israel como Hamas acuerden un alto el fuego permanente, para lo cual el movimiento de resistencia popular palestino pide el fin del bloqueo económico a la Franja de Gaza.

Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por su sigla en inglés), alrededor de 3 mil 333 viviendas han sido destruidas en Gaza por las bombas de Israel, "produciendo cientos de muertes de civiles y desplazando a unas 200 mil personas".

La OCHA indica que la cifra de los desplazados que están alojados en las escuelas de la ONU ha llegado a unos 100 mil durante los últimos días, dos veces más que su capacidad.

El informe ha denunciado que 73 por ciento de las víctimas mortales en Gaza son civiles y la mitad de los heridos son mujeres y niños.

Desde el pasado 7 de julio, al menos mil 147 palestinos han sido asesinados por el Ejército de Israel, aliado incondicional de Estados Unidos,  mientras que unos seis mil 300 han resultado heridos en los ataques israelíes contra el enclave costero.