La Organización de las Naciones Unidas (ONU) intentará convencer a los representantes del gobierno exiliado en Arabia Saudita a participar de conjunto con la delegación yemení en las negociaciones que se realizan en Ginebra, Suiza, para tratar de conseguir unos días de paz en Yemen.

Esta nación árabe necesita con urgencia asistencia humanitaria, a consecuencia de los destrozos provocados por una coalición internacional liderada por el Gobierno de Riad (capital saudí) y respaldada por los Estados Unidos. 

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El enviado especial de la ONU, Ismail Uld Cheikh, expresó que de no lograrse un acuerdo en el ámbito político, la organización mundial tratará de negociar una tregua de paz durante 15 días, a propósito del mes de ayuno del Ramadán, a partir de este jueves.

Hasta el momento en Ginebra no han avanzado las negociaciones, con el aspecto positivo de que las partes en conflicto aún no se han marchado, lo que indica una posibilidad de obtenerse unos días de respiro para Yemen, que les permita a sus ciudadanos celebrar el mes del ayuno tradicional en calma, y sobre todo, para que puedan recibir asistencia médica y humanitaria, que tanto les urge.  

Contexto: 

Desde mayo de 2015, el conflicto ha arrojado más de dos mil muertos, entre ellos 115 niños, de acuerdo con cifras de la ONU.

80 por ciento de los yemeníes están sumidos en una enorme crisis humanitaria por la arremetida constante de las fuerzas saudíes. Unos 16 millones de yemeníes no tienen agua potable.

​Los ataques de la coalición árabe dirigida por Arabia Saudita (donde está instalado el gobierno en exilio de Abd Rabo Mansur Hadi), bombardean constantemente las posiciones del movimiento popular Ansarolá, causando destrozos en la infraestructura de la nación, además de miles de civiles muertos. 

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La Delegación yemení insiste en que el gobierno del presidente Abd Rabo es ilegítimo y que el diálogo de paz debe abarcar a todos los sectores políticos de Yemen, no sólo a los bandos en guerra.

Mientras que el gobierno exiliado dice que sólo aceptará un pacto si se aplica la resolución 2216 del Consejo de Seguridad de la ONU, que al parecer insta a la insurgencia yemení a retirarse de los territorios que ocupan desde 2014, principalmente de la capital, Saná.

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Negociación por partes separadas.

Como las posturas de ambos bandos se encuentran tan alejadas, la ONU por los momentos no prevé reunirlos en un mismo lugar, sino mantener consultas separadas, lo que se denomina diplomacia de lanzadera.

Sin embargo, el enviado de la ONU considera una proeza haber reunido a ambas partes en una misma ciudad.