El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, instó este domingo a defender los valores consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, proclamados en 1948 como un estándar común para todos los pueblos y todas las naciones. 

Durante la celebración del Día Internacional de los DD.HH, la autoridad del organismo internacional destacó que "no debemos permanecer al margen mientras el sistema de valores de la Declaración Universal se deshace en nuestro entorno".

Advirtió que en la actualidad, la universalidad de los DD.HH.  "está asediada por terroristas, dirigentes autoritarios y populistas que parecen dispuestos, en diverso grado, a sacrificar los derechos de los demás solo para conquistar el poder".

El funcionario subrayó que gracias al documento "la vida cotidiana de millones de personas ha mejorado, se han prevenido incalculables sufrimientos y se han echado los cimientos de un mundo más justo".

Durante su alocución, el Alto Comisionado recordó que la Declaración se redactó con el Holocausto y "las actitudes y la acumulación de políticas y prácticas que lo hicieron posible, marcados a fuego en la consciencia de quienes no habían logrado evitarlo". 

En su mensaje por el 70 aniversario del documento, apeló a no permitir que "flaquee nuestro compromiso de defender los Derechos Humanos".

Aseveró que "si miramos hacia otro lado cuando se violan, esos principios se marchitarán paulatinamente y al final perecerán". Si eso llegase a ocurrir, reflexionó, "el costo en sufrimiento y vidas humanas sería inmenso y toda la humanidad tendría que pagar un precio muy alto".

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¿Doble rasero?

Recientemente las Naciones Unidas han sido severamente cuestionadas por organizaciones sociales y autoridades del mundo entero, en referencia a los casos de emergencia social que han tenido lugar en continentes como Asia y Oriente Medio.

El éxodo forzado de de los musulmanes rohinghyá y la inacción sobre la ocupación ilegal de Israel de los territorios palestinos ocupa la atención de agencias internacionales, gobiernos y organizaciones. 

Sobre el primer caso, el director del Observatorio de Derechos Humanos (HRW, por su sigla en inglés), afirmó que la crítica situación era "totalmente previsible (...). El Consejo de Seguridad de la ONU debería haber visto esto venir hace mucho tiempo"; en referencia a las pocas medidas que ha tomado el órgano para detener lo que ha sido calificado de genocidio.

Por su lado, el presidente palestino Mahmud Abás fue reiterativo al asegurar que las resoluciones aprobadas por la ONU para el reconocimiento y respeto del Estado y la soberanía palestina han caído en saco roto, y que nadie ha actuado para detener la violación de Israel de todos los convenios internacionales. 

El mandatario lamentó que "que se permita el doble rasero" y que se continúe con un régimen de apartheid en el siglo XXI. 

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