Con un exhorto de la comunidad internacional a enfrentar la creciente xenofobia, comenzó la primera sesión de este año del Consejo de Derechos Humanos (DD.HH.) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El Alto Comisionado de esa instancia, Zeid Ra'ad Al Hussein, calificó como una “crueldad y un engaño” la decisión de varios países europeos de construir barreras para impedir el paso de los refugiados.

"Pido urgentemente a los países que se pongan por encima de la creciente xenofobia", instó.

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Destacó que los refugiados “merecen de la comunidad internacional solidaridad y compasión” y advirtió que aunque la llegada de ellos implique desafíos logísticos para los países, ésa no es una razón para considerarlos una amenaza, ni para plantear políticas “basadas en la imagen de una supuesta invasión”.

Asimismo, condenó que quienes huyen de la violencia que hay en sus países, solo encuentren "hostilidad, caos y xenofobia" y lamentó que los líderes políticos se atrincheren en posiciones nacionalistas simplistas, en vez de cooperar para superar los desafíos.

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En contexto:

Un informe presentado por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) precisó que el año 2015 cerró con una cifra récord de desplazamientos forzosos de 60 millones de refugiados, unos 500 mil más que los registrados en 2014.

El número de refugiados superó los 20 millones tan solo en los primeros seis meses de 2015, cifra que no se registraba desde 1992. En el caso de las solicitudes de asilo (muy cerca de un millón) aumentaron 78 por ciento, con respecto al mismo período de 2014.

En lo que va de 2016, más de 100 mil refugiados han llegado a Europa por el mar Mediterráneo, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).