La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos contabilizó 35 atentados y 52 homicidios en contra de líderes y lideresas defensores de los derechos humanos en Colombia en 2016, especialmente los que habitan en zonas rurales.

De acuerdo con el organismo, hay una violencia persistente en contra de las personas que defienden los derechos humanos en el país suramericano y un mayor grado de sofisticación de los métodos de asesinatos y atentados para encubrir a los autores intelectuales.

La oficina monitoreó estos casos hasta el 30 de noviembre de este año y determinó que 75 por ciento de las víctimas de homicidio desarrollan sus actividades en sectores rurales de Colombia.

Asimismo, detalló que desde que se firmó el acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP), el pasado 26 de septiembre hasta la fecha de hoy, se han registrado 13 de los 57 homicidios y siete de estos ocurrieron en áreas rurales con presencia histórica del grupo insurgente (Caquetá, Meta y Nariño).

La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de la ONU destaca que los asesinatos y atentados se dan bajo el contexto de la movilización de los miembros de las FARC-EP de estas zonas rurales, donde actuaban imponiendo “orden”. Mencionó además que la presencia en estas zonas de economías ilícitas y la ausencia del Estado colombiano han favorecido la expansión de los crímenes y la formación de grupos que actúan al margen de la ley que se disputan el poder.

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Ante esta situación, instó al Estado colombiano a garantizar la protección y seguridad de la población en general, incluyendo a los líderes comunitarios, en el marco del proceso de construcción de la paz que se desarrolla en el país.