La pequeña palestina, Janna Jihad Ayyad, con solo diez años de edad, se ha dedicado durante tres años a documentar agresiones que a diario comete el régimen de Israel contra su pueblo.

Janna considera que las cámaras son armas más efectivas que las pistolas, al permitirle enviar el mensaje de dolor y resistencia de Palestina al mundo, y así denunciar los actos de violencia que los obliga a dejar sus tierras.

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Realiza vídeos con ayuda del teléfono de Nawal Tamini, su madre, quien está de acuerdo con que la pequeña palestina retrate la vida de las vivencias en Cisjordania, Jerusalén, Hebrón, Nablus y Jordán.

Nawal asegura estar orgullosa de su hija, de que comparta con el mundo sus miedos y esperanzas, así como los problemas a los que se enfrenta para realizar sus actividades cotidianas como ir a la escuela.

La niña expone en los vídeos la ocupación, el abuso de los soldados, la presencia de armas como cañones, así como de policías y puestos de control. Pero también, es la forma en que demuestra la resistencia, en la también los niños son partícipes.

Janna inició su documentación en la aldea Nabi Saleh de Cisjordania cuando su primo, Mustafa Tamimi, y su tío, Rushdie Tamimi, murieron por el ataque con gas lacrimógeno e impactos de bala.

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La pequeña contempla a su tío, Bilal Tamimi, como otra de sus inspiraciones, este por medio de de la niña tiene que ver con la enseñanza que han compartido entre su familia, la cual gira en torno a la defensa de la justicia, de la libertad y de su pueblo.

Sin embargo, la madre de la menor siente terror tras continuos ataques que el ejército realiza contra su vivienda, donde “en medio de la noche lanza gases lacrimógenos”.