La NBA nombrará a un director ejecutivo (CEO) para supervisar las operaciones que realice la directiva de Los Angeles Clippers, franquicia cuyo dueño, Donald Sterling, fue suspendido por los comentarios racistas realizados en una conversación telefónica con su amante.

El jueves comenzaron las reuniones para conseguir cuanto antes que Sterling venda la franquicia. Para forzarle a irse, la NBA necesita que 23 de los 30 dueños de los equipos de la liga, tres cuartos de la misma, aprueben su marcha. El todavía dueño aún no ha dicho si va a ‘pelear’ por quedarse.

“La mejor manera de garantizar la estabilidad del equipo durante esta difícil situación es instalar un CEO para controlar la organización de los Clippers. Está en marcha la búsqueda de esa persona”, dijo el vicepresidente ejecutivo de comunicaciones, Mike Bass.

Por su parte, la todavía esposa de Sterling, Rochelle, acordó, antes de asistir al partido de los Clippers en el Staples Center, “con Adam Silver que tanto la liga como el equipo deben trabajar juntos para darle aire fresco a la franquicia”.

Otro que quiso hablar del asunto fue el técnico del equipo, Doc Rivers: “La NBA tiene que hacer su trabajo, tiene que hacerlo. Tienen mucho que hacer y creo que no puede esperar”.

En caso de que Sterling venda la franquicia, ya son muchas las caras conocidas que se han interesado en pujar, desde la presentadora de televisión Oprah Winfrey hasta el exjugador de Los Angeles Lakers y actual propietario del equipo de béisbol de Los Angeles Dodgers Magic Johnson, junto a su grupo de inversión.