Mujeres integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) celebraron este sábado en el sur de Colombia el Día de la Madre, el primero desde la firma del Acuerdo de Paz con el Gobierno colombiano.

Entre poemas, música, bailes y la esperanza de que sus hijos crezcan alejados de la guerra, la agencia de noticias española EFE constató el buen ánimo de las guerrilleras, en su transición a la vida civil.

"Mi hijo nació dentro de la guerrilla, pero crecerá fuera de las FARC", proclamó orgullosa la guerrillera Noemí Montoya, alias "Karen Sueguer", en la zona veredal de Colinas, en el selvático departamento del Guaviare.

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En la zona veredal transitoria de normalización (ZVTN) donde vive Noemí tras la firma del acuerdo de paz hay más de 200 mujeres y decenas de niños que corren felices entre el barro y la maleza, ajenos a la guerra que los concibió y los vio nacer, pero que a diferencia de ellos ya da sus últimos suspiros de vida, refiere la agencia.

"Un campamento de las FARC-EP es un buen ambiente para criar a un niño, todos ayudan a las madres y la alimentación aquí es muy buena", agregó Noemí con su hijo Dumer Alexis de 13 meses en brazos.