México reconoce tener deuda con víctimas de violencia
El Estado mexicano reconoció este miércoles su deuda con las víctimas de la violencia, ante el ambiente de impunidad que se vive en el país.
El subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, señaló que se trata de hombres y mujeres que debido a los altos índices de violencia e impunidad, “sus derechos se han visto vulnerados”.
Campa precisó que en específico hay cinco temas en los que el gobierno mexicano debe hacer un esfuerzo extraordinario: desaparición de personas, tortura, uso legítimo de la fuerza, protección a periodistas y defensores de derechos humanos, y flujo migratorio.
“Estamos trabajando para disminuir las violaciones a derechos humanos en todos los rubros, especialmente en los que más aquejan a la sociedad…esa es la ruta que marca nuestra Constitución en su primer artículo”, dijo.
Foro "Los Derechos de las Víctimas de Violaciones a #DDHH conforme a los nuevos principios Constitucionales" pic.twitter.com/5IELXN611l
— Roberto Campa (@1campa)
noviembre 25, 2015
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Los 43 normalistas de Ayotzinapa
En cuanto al caso de los normalistas desaparecidos en el 2014 en Ayotzinapa, el gobierno mexicano reconoció que podrían ampliarse las declaraciones de militares en dicho hecho.
Indicaron que el trabajo del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) era estar unidos con los especialistas para así lograr conclusiones y sugerencias que a su vez sean incorporadas a la investigación que actualmente está a cargo de la subprocuraduría de Derechos Humanos de la Procuraduría General de la República.
“El GIEI ha estado revisando la ampliación de las declaraciones de integrantes del 27 batallón y una vez que concluyan este análisis dirán si sugieren nuevas preguntas al ministerio público y si es así se tendrán estas diligencias para ampliar las declaraciones”, explicó Campa.
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EL DATO: El GIEI surgió el 18 de noviembre de 2014 por un acuerdo del Estado Mexicano, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y los representantes de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, desaparecidos en septiembre del año pasado.