El presidente español, Mariano Rajoy, compareció este miércoles ante el Congreso de los Diputados para exponer sus argumentos en el marco de las investigaciones por corrupción en el caso Gürtel y la presunta implicación del Partido Popular (PP) al que pertenece Rajoy. 

La comparecencia fue solicitada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Unidos Podemos, por la Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), el Partido Naciolista Vasco, y el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT).

En su intervención el presidente eludió dar explicaciones sobre corrupción. Evitó hacer mención alguna sobre la financiación irregular, cargos imputados, sobresueldos o cualquier otro asunto que acorrale a su partido en los tribunales. Desvió la atención de su interpelación a los últimos atentados terroristas en el país y acusó a los partidos de izquierda de ser financiados por Venezuela e Irán

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"Jamás me he ocupado de los asuntos de contabilidad", justificó el presidente español y advirtió después que "lo único" que le preocupaba es que los informes que se presentaban al Tribunal de Cuentas "estuvieran bien y punto". 

Alegó haber tenido 52 intervenciones sobre la corrupción de su partido. "A la vista de los problemas que tenemos en España, no se entiende la necesidad de un debate sobre este asunto", declaró.

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El secretario general del partido de izquierda Podemos, Pablo Iglesias, respondió sus alegatos diciendo que "la corrupción es un problema de primer orden y cuesta mucho dinero a los ciudadanos de esta país". Señaló a Rajoy como el mayor responsable de la corrupción en España.

"Usted es un presidente bajo sospecha", agregó la portavoz del PSOE. Acusó al presidente de "arrogancia y superioridad moral" durante su declaración ante el juzgado, y pidió su dimisión.