Los productores mexicanos han demostrado una vez más que su país no necesita del uso de transgénico que por años han querido implementar las trasnacionales estadounidenses.

Un grupo de agricultores demostró la calidad genética que poseen los maíces criollos en sus distintos colores tras resistir los embates de un mes de sequía, el huracán Patricia, las inundaciones posteriores y la constante caída de ceniza del volcán de Colima.

Fueron 736 productores de los municipios de Tuxpan, Cuautitlán de García Barragán, Zapotitlán de Vadillo y Tolimán, ubicados al sur de Jalisco, los que demostraron la calidad genética de sus maíces criollos en negro, morado, rojo y blanco. 

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Así lo informó, Doroteo Caro Valderrama, coordinador del Programa de Modernización Sustentable de la Agricultura de la Secretaría de Desarrollo Regional, quien agregó que el vigor de las plantas producidas por las 18 comunidades, víctimas de los fuertes embates de los fenómenos naturales ocurridos en el 2015, impidió que se perdieran cosechas como ocurrió con los granos híbridos.

El potencial de estas semillas criollas revela su importancia para que sean un material de utilización permanente para los agricultores que ha sido empleada por varias generaciones.

Además, Caro Valderrama comentó que esta experiencia confirma la necesidad de impulsar el cultivo de variedades criollas para hacer frente al cambio climático; eso sin contar su importancia como parte del patrimonio de México.

El agrónomo y extensionista Ricardo Fabián Ortiz explicó que la resistencia de estos cereales se debe a su calidad genética, a la selección por parte de los agricultores y a una serie de prácticas agrícolas que fortalecen las plantas, como el enraizamiento profundo.

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— BiodiversidadLA (@InfoAcbio) diciembre 22, 2015

La batalla por el maíz en México

En 2009, el Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) autorizó la siembra de maíz transgénico a la multinacional estadounidense Monsanto, la principal productora de semillas genéticamente modificadas en el mundo y a otras firmas. 

Cuatro años después, organizaciones civiles ganaron un amparo que impedía a las autoridades otorgar más permisos para la liberación de ese grano modificado.

Desde entonces Monsato no dio por cerrada esta batalla y en agosto de 2015 logró que el juez federal Francisco Peñaloza dejara sin efectos las medidas cautelares dictadas en septiembre de 2013, que prohibían la liberación al ambiente de maíz transgénico, todo esto bajo la aprobación del presidente de ese país Enrique Peña Nieto.

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En noviembre de ese año la alianza Demanda Colectiva Maíz, integrada por organizaciones de productores campesinos, indígenas, apicultores, de derechos humanos, ambientalistas y consumidores, ganó una nueva batalla al lograr que un tribunal federal suspendiera provisionalmente la siembra de maíz transgénico en todo el territorio nacional. 

La medida judicial se mantendrá aplicada hasta que se decida en definitiva la apelación.

¿Por qué el rechazo a los transgénicos?

La sociedad civil y los agricultores rechazan esta práctica por representar un riesgo de contaminación del maíz nativo o cualquier grano natural, además de generar un conflicto sobre la propiedad intelectual de la semilla y aumentan la dependencia económica de pequeños productores de las grandes transnacionales y representar peligros para la salud.

Greenpeace México asegura que con la entrada del maíz transgénico los agricultores que compren las semillas podrían verse obligados a firmar contratos que los comprometen a cumplir con las demandas y políticas de las empresas.
 

¿Qué son los transgénicos?

Los Organismos Genéticamente Modificados (OGM), mejor conocidos como transgénicos, son seres vivos creados artificialmente en laboratorios científicos, a los que se le ha modificado la estructura genética poniendo genes de un organismo en otro para darle características que no podría tener naturalmente.

Un ejemplo de ello es que a una planta de maíz transgénico resistente a herbicidas fue modificada en su estructura para agregarle el gen de una bacteria, mientras que a una planta común la modifican para que tenga características especiales que naturalmente no podría tener.

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— Greenpeace México (@greenpeacemx) diciembre 22, 2015

Uno de los transgénicos mayormente comercializados es el Maíz BT, que resulta de la unión de un tipo de maíz con el gen de una bacteria llamada Bacillus Thuringiensis (BT), un insecticida natural que se encuentra en la tierra.

Esa bacteria que había sido utilizada como insecticida natural desde los años 20 ahora ha sido apropiada y patentada por empresas como Monsato.