El presidente de Francia, Emmanuel Macron, está a las puertas de obtener una aplastante mayoría en la Cámara Baja en la segunda vuelta de las legislativas, que este domingo pueden consolidar su poderío en el país europeo.

Si las encuestas aciertan, La República en Marcha (LREM), la marca electoral de Macron, tendrá el mayor número de diputados de la V República y uno de los mayores porcentajes de escaños de la historia del país.

Los sondeos le otorgan entre 400 y 460 de los 577 diputados que componen la Asamblea Nacional, lo que supone más del 70 por ciento de los asientos, una cifra solo superada por un presidente, Charles de Gaulle, en 1968, cuando el general obtuvo el 81 por ciento de los escaños en una Cámara que contenía menos parlamentarios.

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Con estos resultados, Macron tendría la vía libre para aplicar sin obstáculos su programa de reformas, incluida la polémica reforma laboral.

En manos de más de 47 millones de electores estará la decisión, entre 1.146 candidatos, para renovar el Poder Legislativo francés. Cuatro aspirantes a diputados fueron ya designados en la primera ronda del 11 de junio.

LREM y su aliado centrista MoDem, arrasaron en la primera vuelta de las legislativas con el 32,2 por ciento de los sufragios emitidos, muy por delante de Los Republicanos (21,5 por ciento), el Frente Nacional (13,2 por ciento), Francia Insumisa (13,7 por ciento) y el Partido Socialista (9,5 por ciento).

Los comicios se llevarán a cabo bajo la sombra de la indiferencia generalizada, que produjo un alto nivel de abstención en la primera vuelta.

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Pese a los llamados a votar por parte de todos los partidos políticos, los franceses podrían volver a dar la espalda a las urnas este domingo. Los sondeos pronostican que la abstención podría alcanzar el 54 por ciento, 10 puntos más que en 2012.