El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, acusado por supuestamente estar vinculado al caso de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, afirmó que los fiscales no deberían ser "rehenes de la prensa".

"Ustedes tienen estabilidad en el empleo y no es para ser rehenes de la prensa, porque es poco inteligente decir que para condenar a otra persona necesita de la prensa", fustigó Lula en un vídeo publicado en redes sociales.

Fazer pirotecnia não é investigar pic.twitter.com/lQNUamZOMj

— Lula pelo Brasil (@LulapeloBrasil) 22 de octubre de 2016

>> Lula da Silva: "Mis acusadores saben que soy inocente"

En la misma línea, el ex jefe de Estado reclamó a los procuradores que busquen pruebas o encuentren cuentas que lo incriminen.

"Si encontró alguna cosa, entonces ahí sí denuncie", de lo contrario "piense y cambie de comportamiento", aseveró Lula, quien responde a tres procesos, acusado de obstruir presuntamente las investigaciones y de recibir sobornos de constructoras para facilitar contratos y negocios.

"No puedo admitir tamaña irresponsabilidad", afirmó enfático Lula refiriéndose a las falsas acusaciones lanzadas contra él y su familia.

>> Maduro llama a la solidaridad mundial en defensa de Lula

"Brasil no soporta las mentiras por mucho tiempo", advirtió el exmandatario y aseguró que ese tipo de comportamiento perjudica la credibilidad del país "que tuve la honra y el placer de presidir cuando tenía la perspectiva de convertirse en la quinta economía del mundo y era admirado y respetado" en todas las latitudes.

Las declaraciones de Lula se dieron dos días después del arresto del ex titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, cerebro del proceso que llevó a la destitución de la presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff.

>> ¿Qué sigue tras la destitución de Eduardo Cunha?

Lula, primero en las intenciones de voto para la primera vuelta de las elecciones de 2018, como potencial candidato del Partido de los Trabajadores (PT), niega todas las acusaciones en su contra y denuncia un intento de la oligarquía brasileña por evitar su retorno al Planalto.