El líder brasileño Luiz Inácio Lula da Silva calificó de inaceptable que la democracia de un país como Brasil se vea afectada por personas acusadas por corrupción, en referencia al empresario cambista Alberto Youssef, en el marco del escándalo de la estatal petrolera Petrobras.

Lula consideró como “inaceptable que una gran democracia como la de Brasil, con 200 millones de habitantes y una de las mayores economías del mundo, sea transformada en rehén de un criminal notorio y reincidente", en un mensaje publicado en su perfil de la red social Facebook.

Youssef es "un reo que negocia declaraciones y garantiza para él un porcentaje en la recuperación del dinero que ayudó a robar", apuntó Lula.

"Es increíble que un bandido con ocho condenas, que ya engañó a la Justicia con otros acuerdos de delación premiada, tenga púlpito para atacar y calumniar sin ninguna prueba a los principales líderes políticos del país legitimados por el país y se da crédito a criminales para saber quién o no es honesto en el país", apuntó.

Lamentó que una parte de la prensa "venga tratando a bandidos como héroes, que se prestan a acusar, sin pruebas, a blancos escogidos por la oposición y a difamar líderes que la oposición no consiguió derrotar en las urnas y les teme".

Por otra parte, el expresidente brasileño reclamó la manera como el ajuste fiscal de la presidenta Dilma Rousseff fue realizado.

“Fue un error haberlo hecho de esa manera (el cambio de reglas del seguro de desempleo), como medida provisoria. Se debió haber llamado a los sindicatos y llegado a un acuerdo”, expresó este miércoles en un encuentro con trabajadores del sindicato metalúrgico ABC su primera crítica pública sobre el tema.

En Contexto

Un tribunal brasileño condenó el 22 de abril al exdirector de Abastecimiento de Petrobras, Paulo Roberto Costa, y al empresario Alberto Youssef, los dos principales delatores implicados en el esquema de corrupción de la estatal, con sentencias que oscilan entre los siete y nueve años de prisión y a otros seis por irregularidades en la construcción de la refinería Abreu e Lima que le entidad construye actualmente en Brasil.

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De acuerdo con las autoridades, el esquema de corrupción en Petrobras movilizó en términos de lavado de dinero y sobrefacturación unos 10 mil millones de reales (tres mil 850 millones de dólares) en obras y contratos de la petrolera.

En diciembre pasado la presidenta Dilma Rousseff pidió castigo para los involucrados en el caso, al tiempo que enfatizó que en su país “no hay intocables”.

Actualmente, más de 30 legisladores del Senado y la Cámara son investigados como presuntos implicados en la trama de corrupción en Petrobras.

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