La escasez de agua en Palestina afecta principalmente a las mujeres del ámbito rural, que dependen de la agricultura para sobrevivir. 

En el seminario "La participación de las mujeres en el acceso y la gestión del agua", organizado por el Centro de Estudios de Oriente Medio Fundación Promoción Social de la Cultura (Cemofpsc), participantes manifestaron que los palestinos tienen que desplazarse hasta 20 kilómetros para regar los cultivos.

Las mujeres se ven incluso más afectadas debido a las diferencias en la libertad de movimientos con sus pares masculinos.

La fundadora y directora de la empresa Icatalist, Elena López Gunn, indicó que las mujeres embarazadas son las afectadas porque necesitan beber más agua durante el período de gestación. 

Asimismo, López Gunn aseguró que una reducción del tiempo que tardan en recoger agua "haría que las niñas también puedan optar por una mejor educación".

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo de agua per cápita sea por lo menos 100 litros al día. Sin embargo, la población palestina consume menos de 70 litros diarios per cápita, mientras los israelíes cuentan con un total de 280 litros.

Israel controla los pozos y acuíferos principales en los territorios palestinos ocupados. En total, domina más del 89 por ciento del agua en Palestina, aunque el 11 por ciento restante no está totalmente controlada por las autoridades palestinas, según el Fuad Bateh, consultor en Medio Ambiente y Agua de la Unión por el Mediterráneo (UpM).