El analista argentino internacional Juan Manuel Karg aseguró este martes que los gobiernos progresistas no están llegando a su final en América Latina, pero sí está ocurriendo un cambio político en la región.

"Yo no creo que haya un cambio grande; es una nueva oleada en el marco de procesos políticos que muestran otra cara", expresó el politólogo en el programa transmitido por teleSUR, Enclave Política.

El especialista sostuvo que la región vive actualmente una disputa de modelos que incluye a la presidenta Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores), quien fue víctima de un golpe parlamentario y constitucional en Brasil, así como la llegada de Mauricio Macri a Argentina (Cambiemos).

"Eso puede cambiar el panorama político (...) Sí creo que hay un cambio en el Ecuador con alianzas del Gobierno de Lenín Moreno. Veremos si  el expresidente Rafael Correa, que está en contra de una de las preguntas de la consulta popular que impulsa Moreno, divide al país. Habrá que esperar, pero yo no creo que haya un cambio grande, pero sí es el inicio de una nueva oleada", enfatizó.

El analista mencionó que un ejemplo de ello fueron las elecciones regionales que se celebraron en Venezuela, donde la Revolución Bolivariana ganó 18 de las 23 gobernaciones, pese al asedio comercial y financiero que la oposición hizo con apoyo de los gobiernos de derecha de la región.

Asimismo, recordó el proceso electoral de Argentina, donde a pesar de que el mandatario Mauricio Macri está fortalecido en algunas partes del país, gracias al poder que tiene sobre las grandes empresas editoriales, Cristina Fernández de Kirchner logró el 37 por ciento de la votación en Buenos Aires, es decir tres millones y medio de votos que la convirtieron en la principal opositora del macrismo.

Pese a que en la región no hay un fin de los gobiernos progresistas, Karg advirtió que las conquistas sociales y avances económicos están en peligro.

"Brasil está llegando a un momento crítico a través de la PEC 55 que congeló la inversión social y la salud por 20 años. Ese país está volviendo a tiempos oscuros y a tiempos donde no existían derechos laborales. Y lo peor es que el gobierno de Macri está queriendo intentar copiar la reforma laboral que hizo Temer. Esto es una señal de alarma para Latinoamérica y el pueblo argentino", aseguró.

Por otra parte, agregó que la derecha internacional tiene poder judicial y está afectando a los progresos sociales que han tenido mucho éxito durante muchos años. "Es preocupante que la derecha no solo maneje el poder comunicacional, sino que maneja la justicia. Milagro Sala es un caso en Argentina, al igual que (vicepresidente Jorge) Glas en Ecuador", comentó.