En un sondeo rápido realizado por BFMTV, una de las cadenas organizadoras del debate del pasado 4 de abril, los espectadores dieron como ganador al candidato de izquierda de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon.

Resultado que coincidió con los últimas encuestas en las que Mélenchon toma fuerza rumbo a los comicios presidenciales en Francia, señalados para el 23 de abril. Repunte que ha cambiado la agenda de la campaña electoral francesa y aparece, cada vez más, como alternativa democrática, no solo a Marie Le Pen sino al neoliberalismo que representan Emmanuel Macron y François Fillon.  

¿Quién es Jean-Luc Mélenchon?

Nacido en Tánger, Mélenchon desciende de españoles por ambos progenitores. Es eurodiputado desde 2009 y líder de la coalición Frente de Izquierda, que incluye al Partido Comunista Francés y al Partido de la Izquierda. Sin embargo, cuando se decidió a dar un paso para las presidenciales de este año, lo hizo desde una plataforma propia. 

El candidato a la presidencia del país galo empezó a militar en el Partido Socialista francés hace 41 años y obtuvo su primer cargo público en 1983 como concejal en la localidad de Massy. Antes de esa responsabilidad, ejerció como profesor de instituto.

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A lo largo de su vida ha sido senador, ministro delegado de enseñanza profesional en la presidencia de Jacques Chirac. 

En las elecciones presidenciales de 2012 quedó en cuarto lugar con el 11 por ciento de los votos.

En 2015 anunció su interés de repetir como candidato a la Presidencia de Francia sin el Front de Gauche (Frente de Izquierda), apostando por una Francia insumisa. 

¿En qué consiste su programa?

El candidato de Francia insumisa pretende, de tener las llaves del Elíseo, poner fin a las políticas neoliberales desde un punto de vista republicano, ecosocialista y pacifista. Ha expresado en no pocas ocasiones que se puede derrotar a la derecha desde una democracia económica, social y cultural, comprometida con los derechos, defensora del Estado social, protectora de las mayorías.

No acepta las reglas neoliberales de la UE y apuesta por cambiarlas; si esto no fuese posible, iniciaría un proceso de salida de UE. 

Su política internacional estará marcada por la paz (se autodefinido "el presidente de la paz"), la seguridad y un nuevo orden económico internacional más justo. La prioridad es la defensa de la soberanía popular y de la independencia nacional con relaciones equilibradas con Alemania y la búsqueda de acuerdos equitativos con Rusia.

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"Se puede tener la impresión que por la violencia se van a solucionar los problemas. La experiencia reciente demuestra que esto no es exacto. No se ha solucionado nada mediante la guerra, que sea en Iraq, ni en Siria, ni en Afganistán. En consecuencia es mejor hablar que destruir", expresa Mélenchon.

Una de las propuestas más destacadas es plantear la salida de la OTAN, porque considera que es un método de "servidumbre más" y que sólo se utiliza para preparar guerras contra enemigos que no lo son.

 “Ya lo sienten amigos, la ola se levanta”, dijo el pasado fin de semana a sus simpatizantes. “Si hay que gobernar, sabré hacerlo”, prometió.