Los presidentes de Toyota y Honda informaron que no tienen planes de inmediatos para reducir su producción de autos en México, ya que prefieren esperar hasta que el presidente electo Donald Trump asuma como mandatario de Estados Unidos el próximo 20 de enero, antes de decidir si implementarán cambios.

Ambas empresas automotrices que operan en los Estados Unidos fueron criticadas en días recientes por Trump, por producir autos en plantas de México a menores costos, lo que según argumenta resta empleos a los estadounidenses.

La presión se intensificó luego de que la empresa Ford Motor canceló esta semana los planes de invertir mil 600 millones de dólares en la construcción de una planta de ensamblaje en México, tras la dura critica de Trump al proyecto.

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El jefe de Toyota Motor, Akio Toyoda, afirmó durante un evento de la compañía en Tokio este jueves que "Consideraremos nuestras opciones cuando veamos qué políticas adoptará el nuevo presidente", tras ser consultado sobre si la compañía prevé cambios para la planta que está construyendo en México.

"Producimos autos en México para mercados que incluyen a Norteamérica y Europa y no tenemos planes inmediatos de cambiarlos", señaló el presidente ejecutivo y presidente de Honda Motor Co Ltd, Takahiro Hachigo, en la misma reunión de automotrices.

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Asimismo, Trump dijo que General Motors podría quedar sujeta a impuestos por sus autos fabricados en México y comercializados en el mercado estadunidense; afirmó que le gustaría renegociar los términos el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), un acuerdo que incluye, además de Estados Unidos, a México y Canadá.

Toyota, Honda y Nissan Motor, las principales automotrices de Japón, tienen instalaciones de producción tanto en Estados Unidos como en México. Toyota y Honda también operan plantas en Canadá.

Gran parte de los vehículos producidos en México y Canadá son exportados a Estados Unidos, el mayor mercado único para las fabricantes de vehículos japoneses.