El gobierno de Grecia inicia el desalojo en los campos de detención de sus islas a los refugiados que han solicitado asilo, y que hayan cumplido el plazo máximo de retención de 25 días establecido por la ley.

Un total de siete 500 personas podrán desplazar con libertad por la isla, aunque no estarán autorizadas a trasladarse al resto del territorio continental.

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El portavoz del Organismo de Coordinación de la Oolítica Migratoria (SOMP), precisó que a partir de los 25 días de detención, aquellos que solicitaron asilo, es decir, "la aplastante mayoría" de los migrantes "están autorizados a dejar los campos".

Con esta medida se permitirá aliviar el hacinamiento de centros como el de Moria, en Lesbos, visitado por el Papa el pasado sábado.

“Perdonad la cerrazón e indiferencia de nuestra sociedad, que teme los cambios de estilo de vida y mentalidad que vuestra presencia requiere. Sois tradados como un peso, un problema, un coste, cuando lo que sois es un regalo”, manifestó el Sumo Pontífice.

A Grecia llegan menos cada día, aunque actualmente acoge a 54.000 migrantes. Diez mil de ellos malviven en el campamento improvisado de Idomeni, en la frontera con Macedonia.

Después de los altercados del lunes con la policía, este martes han protestado por la escasez de comida. El Gobierno griego ha anunciado que planea vaciarlo para finales de mes, sin especificar cómo.

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