El 19 de septiembre trágico se repite en México. Dos terremotos registrados en esa nación, pero con 32 años de diferencia. Los sismos en ambas épocas dejaron a miles de familias devastadas por la pérdida de sus seres queridos, amigos y conocidos, además de causar daños estructurales. Las coincidencias no terminan allí: las historias "fantasmas" también se repiten.

Dos nombres: "Frida Sofía" de 2017 y "Monchito" de 1985. Los pequeños mantuvieron a los mexicanos aferrados a la fe y esperanza de verlos salir entre los escombros con vida; sin embargo, las autoridades confirmaron que ninguno de los niños existía.

Desde el pasado martes rescatistas, residentes y medios de comunicación se concentraron delante de la escuela Enrique Rébsamen (sur de la Ciudad de México), donde se luchaba por rescatar a una niña atrapada en los escombros a la que hacían llamar Frida Sofía.

Horas antes un rescatista escuchó ruidos entre las ruinas del centro educativo y para efectos de comunicación le daría el nombre de "Frida" para que la niña contestara cuando él le hablara.

#Actualización⚠️: Al momento se reportan *293* fallecidos:#CDMX: 155#Morelos: 73#Puebla: 45#Edoméx: 13#Guerrero: 6#Oaxaca: 1

— Luis Felipe Puente (@LUISFELIPE_P) 22 de septiembre de 2017

Medios locales aseguraron que a partir de ese entonces, se empezó a nombrar "Frida" a la niña y después "Frida Sofía". Este jueves las autoridades anunciaron que "Frida no existe". "No había ninguna menor entre los escombros", afirmaron los rescatistas luego de una exhaustiva búsqueda e investigación.

La escuela se desplomó el pasado martes por el terremoto de magnitud 7.1 que sacudió el centro de México y ha dejado hasta ahora casi 300 muertos. El trágico desplome de la unidad educativa se convirtió en una de las imágenes del desastre. En ella murieron 19 niños y seis adultos.

Una historia que reviven los mexicanos

Este caso revivió el de Luis Ramón "Monchito" Navarrete, de 9 años, el "niño fantasma" que también captó la atención de la prensa nacional e internacional, y de toda la sociedad mexicana en 1985, de acuerdo a medios locales.

El niño que supuestamente estaba atrapado entre los restos de la casa de su abuelo, tras el sismo de magnitud 8,1 que sacudió el país la mañana del 19 de septiembre de 1985, tampoco apareció.

32 años antes, equipos de rescatistas dijeron, tras varios días de búsqueda, que ya no había nadie vivo bajo los escombros, pero miembros de un cuerpo de voluntarios civiles aseguraron que detectaban señales de vida.

En medio de la tragedia, eso provocó una reacción en cadena: Los rescatistas empezaron a dar instrucciones y determinaron que se trataba de "Monchito" y el entonces presidente Miguel de la Madrid ordenó que se mantuviera la búsqueda a toda costa.

Pero unos días después, se determinó que no había nadie vivo bajo los escombros de la vecindad donde pasó esa noche el niño. Todos los esfuerzos habían sido en vano.

Varios psicólogos de la época explicaron que los rescatistas, los primeros que aseguraron haber escuchado los supuestos golpes de "Monchito", habían sufrido un caso de "psicosis colectiva", producto del trauma generado por el terremoto.