El fenómeno de “El Niño” se ha ido incrementando durante su paso por Colombia y la sequía que ha dejado en los ríos del país superan los niveles mínimos históricos hasta el punto de dejar agonizando a algunos por la falta de caudal.

Aunque “El Niño” llegó a esta nación suramericana a principios del año, su dureza apenas se ha comenzado a notar debido a que pasó de una intensidad débil a moderada, con tendencia a ser fuerte, razón por la que el déficit de lluvias se agravó, sobre todo, en regiones como la andina y la caribeña.

 Así lo explicó el  director del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), Omar Franco, quien advirtió que el fenómeno está en fase de crecimiento y podría recrudecerse.

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“Esperamos que a finales del año pueda llegar a su máxima intensidad en cuanto a temperatura del Pacífico, donde tenemos una anomalía de 1.3 grados centígrados”, explicó Franco en una entrevista con Caracol Radio.

Advirtió que el impacto será mucho mayor si las autoridades locales y la ciudadanía no atienden las prevenciones y alertas de los diferentes organismos de riesgo.

“Este fenómeno va a coincidir con la temporada seca de 2016, entonces se va a juntar la primera temporada seca (la de menos lluvias, que es enero y febrero) con el fenómeno, por lo que la situación va a ser mucho más complicada”, advirtió el director del Ideam.

Franco agregó que las lluvias que se registran en octubre no serán suficientes para reponer el caudal a los afluentes afectados, considerando que el déficit de agua en septiembre fue de entre el 50 y 60 por ciento en materia de precipitaciones.

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Caño Cristales es un atractivo natural del departamento del Meta (centro). Es llamativo por sus algas de colores, pero las autoridades decidieron cerrar el lugar debido a que sólo tiene el 30 por ciento de sus aguas.

El lago del Cisne, que se ubica al norte de Barranquilla, actualmente ha perdido casi por completo su espejo de agua. Su fuente de llenado es el río Magdalena, el cual está gravemente afectado por la sequía.

El Río Gaira es una de las importantes fuentes de agua para Santa Marta (norte del país). Las autoridades han indicado que está dejando de aportar 280 litros por segundo a la planta El Roble. A él se suma el río Manzanares, vital en esta ciudad, el cual sólo conserva el 10 por ciento de su caudal.