La familia es uno de los pilares de la sociedad, un elemento natural que a medida que pasan los años se ha ido transformado en hogares más pequeños, aumento de los divorcios y debido a la evolución mundial muchos han sufrido debido a los flujos migratorios. 

La Organización de las Naciones Unidas estableció el 15 de mayo como el Día Internacional de la Familia y este año está orientado al fomento de la educación y el bienestar de sus miembros, en especial a la educación infantil y la formación de los niños y jóvenes. 

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Los desplazamientos internos registrados en el mundo debido a conflictos, violencia o violaciones de derechos humanos son unas de las causas más frecuentes de la disolución familiar.

A finales de 2015, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) registró que la cifra de desplazados ascendió a 37,5 millones en 28 países. Mientras que el Observatorio sobre el Desplazamiento Interno del Consejo Noruego para Refugiados (IDMC-NRC) contabilizó 40,8 millones de personas desplazadas por conflictos armados.

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Millones de personas se han visto obligadas a dejar sus hogares a raíz de los conflictos o políticas migratorias. 

Países como Siria, Colombia, Sudán, Yemen e Irán registran el 53 por ciento de desplazados por los inconvenientes internos.