Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP) pidió “perdón infinito” a las víctimas del conflicto armado social en Bojayá para conseguir “la esperanza del alivio espiritual” y así “seguir juntos a ustedes haciendo el camino” hacia la paz.

"Con nuestras almas contritas, pedimos nos perdonen y nos den la esperanza del alivio espiritual permitiéndonos seguir junto a ustedes haciendo el camino que, reconciliados, nos conduzca hacia la (nueva) era”, expresó el líder de este grupo insurgente, Iván Márquez, quien leyó un comunicado en al iglesia de esa localidad del departamento del Chocó, en el oeste del país.

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Las FARC-EP han reconocido su responsabilidad en el suceso de 2002, que causó la muerte de 79 personas, cuando en medio de un combate con paramilitares, un cilindro bomba lanzado por esa tropa rebelde cayó accidentalmente sobre la iglesia de Bellavista. Por eso, “para rendir el más sentido homenaje, más que merecido, a un pueblo sufrido y emprendedor”, el grupo insurgente entregó un Cristo Negro de Bojayá, construido por el artista cubano Enrique Angulo.

No es la primera vez que piden perdón a las víctimas de este suceso. "Media la sinceridad y el arrepentimiento verdadero, que son dos poderosas razones que nos impulsan para tender nuestras manos de reconciliación al pueblo de Bojayá y hacia todas las personas de estas tierras de esperanza a quienes pudiéramos haber ofendido de palabra, obra o pensamiento", apuntó Márquez.

Asimismo, admitió que “el perdón es un asunto íntimo de la conciencia humana”, que solo se concede “en su absoluta dimensión salvadora y sanadora”.  

“Nuevamente perdón infinitamente, Bojayá”, reiteró el líder insurgente.