Como en tantas oportunidades el pueblo se volcó a las calles de la capital venezolana, y al unísono cientos de voces coreaban consignas en apoyo a la Revolución Bolivariana.

Nuevamente el Palacio de Miraflores se llenó de pueblo.  Este 9 de diciembre, las bases de la Revolución Bolivariana se concentraron para celebrar las asambleas de calles que permitirán aplicar las conocidas 3R a la gestión popular del mandatario Nicolás Maduro.

Revisión, rectificación y reimpulso al lado del pueblo, prometió el presidente luego de conocerse los resultados de las pasadas elecciones parlamentarias en las que la coalición Gran Polo Patriótico (GPP) alcanzó 55 diputados, frente a los 109 de la derecha y otros tres por la representación indígena.

Le tomaron la palabra. Los ideales y la moral del chavismo renacieron desde sus bases y exigieron al mandatario un golpe de timón, el proyecto del Comandante Hugo Chávez que plantea como vitales la crítica y autocrítica para alcanzar un óptimo accionar del Gobierno.

"Callamos, pensado que callando estamos ayudando a la revolución... pensamos que autocensurándonos estábamos contribuyendo al legado de Chávez", aseveró Lorena Freites, líder estudiantil, quien aseguró que es su responsabilidad alertar al Gobierno de los errores cometidos.

La crítica se escuchó entonces. Mensajes de lucha, batalla y empoderamiento abundaron durante la actividad popular, en la que una vez más quedó en evidencia el apoyo de la ciudadanía para la construcción de una gran patria. Hacían énfasis en revisar el trabajo de los ministerios por medio de la contraloría social.

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"No le temo al opositor que me ataca, sino al falso chavista que me abraza", se leía en carteles y se gritaban consignas que se han convertido en insignia de los movimientos populares y sociales venezolanos.

Revivieron la historia. El pueblo fue recibido en la sede de Gobierno de Venezuela por la Guardia de Honor, junto a la que entonaron el Himno Nacional. Reaparecieron escenas de aquél 13 de abril de 2002, cuando exigieron ver a su líder, Hugo Chávez Frías, que había sido secuestrado por la oposición.

El jefe de estado salió al encuentro. “Solo el pueblo salva el pueblo, en Venezuela la vanguardia es el pueblo”, expresó Maduro frente a quienes le presentarían sus propuestas para revitalizar su gestión.

Asimismo, aseguró que lo que necesita la Revolución es la “diversidad fortalecida en las bases”, para ello, llamó a "reconstruir espiritual, ideológica y políticamente al pueblo y eso sólo se logra en la calle, movilizados".

Ante la exigencia de revisión en los diferentes órganos del Estado, pidió a la población ubicar a los enemigos y aliados en distintos cargos.

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Y entraron a Miraflores. Bajo la omnipresencia del Comandante Hugo Chávez y la imponente vista del Cuartel de la Montaña, unos 200 voceros populares revolucionarios se reunieron directamente con el mandatario en el Salón Ayacucho de Miraflores.

La respuesta fue más revolución.