El representante del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, reconoció este martes la incapacidad para formar un nuevo gobierno y destacó que se concentrará en las elecciones del mes de junio.

A su salida de la tercera ronda de negociaciones entre el rey Felipe VI y los líderes de las formaciones políticas, Sánchez señaló que "no cuenta con el apoyo necesario en el Parlamento", por lo que "ni puedo ni debo someterme a una nueva investidura. Estamos abocados a nuevas elecciones", señaló. 

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"No cuento con más de 131 escaños, y es insuficiente para hacer frente al bloque", dijo Sánchez al monarca español, en referencia al Partido Popular y a Podemos.

Horas antes de la reunión entre el rey y el líder socialista, el PSOE recibió una propuesta de gobierno por parte de Compromís y admitió estar de acuerdo en 27 de los 30 puntos del documento.

La nueva propuesta Acuerdo del Prado fue rechazada por los líderes de Ciudadanos, antiguo aliado político del PSOE. 

Por su parte, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, expresó: “Estamos abocados a unas nuevas elecciones", y sobre el  la propuesta de Compromís dijo: “Son tres páginas para gobernar cuatro años entre seis partidos. Con eso está todo dicho”. 

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Tras el fracaso de la nueva ronda, Felipe VI convocó al presidente del Congreso, Patxi López, a una audiencia en el Palacio de la Zarzuela para comunicarle el resultado de esta tercera y última negociación fallida.

Los últimos sondeos de opinión destacan que de llevarse a cabo una nuevas elecciones, los resultados serían similares a los del pasado 20 de diciembre y que no solucionaría la actual situación política en España. 

En contexto 

Los resultados de los comicios del 20 de diciembre de 2015 pusieron fin al sistema bipartidista tradicional del país con el avance de Podemos y Ciudadanos. En febrero, el monarca español invitó a Pedro Sánchez a la formación de un gobierno.

Sánchez logró un acuerdo con Ciudadanos pero no pudo convencer al partido Podemos para que se le uniera o le permitiera gobernar. En los primeros días del mes de marzo, Sánchez perdió los dos votos de confianza en el Parlamento y las posteriores conversaciones con Podemos derivaron más en animosidad que en consenso.

Por ley, ante la falta de Gobierno, el rey tendrá que disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones para el 26 de junio.