Dolor tras terremoto se ha convertido en fortaleza, dice Correa
El dolor que dejó el terremoto de magnitud 7,8 que sacudió hace un año el noroeste de Ecuador, se ha convertido en fortaleza para superar las consecuencias y tener un resurgir, expresó el presidente ecuatoriano Rafael Correa.
"El dolor lo hemos convertido en fortaleza, la tristeza en esperanza y la tragedia en renacimiento", manifestó Correa durante una misa campal que se realizó en el Parque Central de Pedernales.
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El jefe de Estado destacó la labor de los servidores públicos, especialmente de maestros, personal de salud y del sector eléctrico, que demostraron compromiso con el país para prestar servicio a las personas afectadas por la tragedia.
Correa estuvo en Pedernales, cantón de la provincia de Manabí, que junto a Esmeraldas fueron las provincias más afectadas tras la mayor sacudida registrada en la historia del país, que dejó sin vida a 180 ciudadanos.
Cada 16 de abril recordaremos que la naturaleza nos arrebató preciosas vidas, pero también recordaremos de qué fibra está hecho el pueblo...
— Rafael Correa (@MashiRafael) 16 de abril de 2017
"Cada 16 de abril recordaremos que la naturaleza nos arrebató preciosas vidas, pero también recordaremos de qué fibra está hecho el pueblo ecuatoriano, especialmente el manabita y el esmeraldeño, que se volvió gigante", publicó el presidente en su cuenta de Twitter.