La canciller alemana Angela Merkel se reunió este lunes con el presidente del país, Frank-Walter Steinmeier, para informarle que sus esfuerzos para la conformación de un gobierno de coalición no tuvieron éxito. 

Este escenario pone en peligro el futuro político de la diplomática y del país, pues de no conseguir una mayoría en la Cámara Baja (Bundestag en alemán), serían convocadas unas elecciones legislativas anticipadas para principios de 2018, de acuerdo con medios locales. 

Tras la imposibilidad de llegar a un acuerdo entre el partido de la funcionaria, la Unión Cristiano Demócrata (CDU-CSU), el Partido Democrático Libre (FDP) y el Partido Ecológico-Democrático (Los Verdes) sobre temas referentes a los refugiados solicitantes de asilo y ambientales, más la reciente salida del partido liberal de las negociaciones políticas, se le dificulta a Merkel la obtención de una mayoría parlamentaria estable en sus intentos de dirigir un gobierno mayoritario.

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Según la Constitución alemana, corresponde al presidente del país proponer a la Cámara Baja un candidato a canciller. Para poder ser elegido, este debe recibir el apoyo de la mayoría absoluta de los diputados en una primera y en una segunda votación, que tendría que celebrarse dentro de los 14 días siguientes a la primera.

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En la tercera votación el candidato puede ser elegido por mayoría simple y el presidente del país en un plazo de siete días. El mandatario también tiene la opción de nombrarlo o de disolver el Parlamento, con lo que se convocarían elecciones en el plazo de sesenta días.