El autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe) lanzó cuatro ataques contra fuerzas del Gobierno de Yemen, lo cual provocó un saldo de al menos 38 muertos, mayormente soldados, y 24 heridos.

A través de la agencia de noticias Amaq, vinculada con Daesh, los terroristas se adjudicaron la responsabilidad de los hechos, que ocurren mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sirve de mediador para alcanzar la paz en Yemen.

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El gobernador de la provincia de Hadramut, Ahmed Said bin Breyk, detalló que los atentados se produjeron en cuatro zonas diferentes del territorio.

Varias agencias detallan que la primera detonación se produjo cuando un suicida detonó un chaleco bomba en la capital de la provincia, Al Mukalla, reconocido por ser un bastión de Al Qaeda.

En la segunda y tercera ofensiva, dos sujetos detonaron chalecos explosivos, previo a la arremetida final, acaecida en un campamento militar, donde dos personas más se suicidaron a la entrada.