La recolección de sufragios en apoyo al Plebiscito culminó este domingo en el estado Espírito Santo, al sureste de Brasil; donde se fueron distribuidas urnas electorales en los diez municipios que integran la entidad.

El objetivo nacional fue la recolección total de al menos diez millones de votos; sin embargo, desde el portal web de la Asamble se especificó que parte de la población se abstuvo de participar debido a que desconocían el motivo de la convocatoria.

Dicha iniciativa fue planteada en 2013 por la presidente Dilma Rousseff, quien defendió su postura de aplicar reformas al sistema político y electoral vigente; con la finalidad de dotarlo de mayor transparencia.

En ese entonces Rousseff planteó una reforma al sistema electoral brasileño; así como el financiamiento a campañas políticas y los mensajes proselitistas que pudiesen publicarse en medios de comunicación impresos o telvisivos.

Se trata de una referéndum paralelo que serviría para que el Congreso de ese país convoque a un Plebiscito que permita modificar aspectos relevantes de la política vigente sin que representen cambios dentro de la Constitución nacional.

El objetivo principal de la propuesta tiene como objetivo restringir el financiamiento privado a campañas políticas; como lo establecería la Ley de Ficha Limpia, que persigue la igualdad de condiciones económicas durante comicios electorales de cualquier índole.