Cuba y la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi), fortalecieron su cooperación con la culminación este miércoles de un proyecto de energía renovable ejecutado en Isla de la Juventud (oeste de Cuba).

El programa está dirigido fundamentalmente a la gasificación de la biomasa y su implementación se valoró de exitosa en un taller internacional para divulgar sus resultados, que sesionó entre este lunes y martes en el Palacio de Convenciones y finaliza este miércoles con una visita de los participantes a donde están las instalaciones de ese proyecto.

Este involucra 5,5 millones de dólares del Fondo Global de Inversiones y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, y una cifra mayor que puso el gobierno cubano en materiales, trabajo y otros recursos, dijo en exclusiva con Prensa Latina el jefe de Unidad de Energía Rural y Renovable de Onudi, Diego Masera.

“Se trata de un proyecto muy importante, no solo para la Isla de la Juventud, sino también a fin de crear condiciones con vista a replicarlo en otras zonas de Cuba”, dijo Masera, quien agregó que la Onidi ve las energías renovables como herramienta crucial para lograr el desarrollo sustentable.

El funcionario precisó que esa agencia de la ONU ejecuta en estos momentos 60 proyectos de energía limpia en 50 países, consistentes en su mayor parte en minihidroeléctricas y los relacionados con la biomasa y la energía eólica.

Masera, de nacionalidad argentina, subrayó que la Onudi tiene el mandato de contribuir al desarrollo incluyente, que no solo beneficie el progreso industrial y el medio ambiente, sino también a la sociedad, a la gente.

Dijo que la industria de la energía es la más grande del mundo, al mover seis trillones de dólares (igual a seis millones de billones de dólares), y asociada a ella estuvieron durante los últimos 150 años al menos de cinco a siete de las compañías más grandes del orbe.