Los ejercicios Ulchi Freedom Guardian (UFG), de 11 días de duración, iniciaron este lunes entre los Ejércitos de Corea del Sur y de Estados Unidos (EE.UU.).

En plena tensión con Corea del Norte, alrededor de 50.000 soldados de Corea del Sur y 17.5000 de EE.UU. participarán en la mayor simulación bélica computarizada del mundo.

Aunque la actual Administración estadounidense ha alzado a niveles sin precedentes el tono ante Pionyang, este año tendrán 7.500 soldados menos en la UFG.

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Las maniobras están basadas en una estrategia de disuasión de tres etapas, que incluyen la amenaza nuclear, la inminencia del arma nuclear y el uso del arma nuclear, diseñadas a medida para cada situación.

El entrenamiento consiste en que, en caso de haber señales de una posible guerra por la amenaza nuclear o de misiles de Corea del Norte, se tomarán todas las contramedidas posibles, pero, de fracasar, se llevará a cabo una respuesta militar.

Estos ejercicios, que durarán hasta el próximo 31 de agosto, son criticados con vehemencia por parte del Gobierno de Corea del Norte.

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En la víspera, en un editorial del Rodong Sinmun, diario oficial de Pionyang, se dijo que las UFG no harán más que "echar gasolina al fuego" en la situación de la península coreana y, que tales maniobras son la expresión más descarada de su intención hostil hacia Corea del Norte.