El paro de mineros en Segovia y Remedios, departamento de Antioquia (noreste de Colombia), suma 33 días. Este sector denuncia que sus demandas no han sido escuchadas y que el Estado mantiene la represión y criminalización de su protesta.

Asimismo, rechazan las políticas impulsadas por el Gobierno que favorecen a las grandes empresas mineras en detrimento de la minería artesanal o ancestral.

El presidente de la Mesa Minera de Remedios y Segovia, Eliober Castañeda, afirmó el lunes que "no vamos a levantar la manifestación hasta que no tengamos la garantía de que el Gobierno en el futuro no va a venir a exterminar toda nuestra cadena productiva".

Las protestas iniciaron de forma pacífica, sin embargo, desde los primeros días del mes de agosto la intervención de las fuerzas públicas han derivado en represión, principalmente del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), que se ha cobrado la vida de tres personas y ha dejado decenas de heridos.

Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA), el acceso a alimentos y la movilidad de unas 5.500 familias se han visto afectadas durante el paro.

"Al menos 5.500 familias (22.000 personas) pertenecientes a comunidades indígenas, afrocolombianos y campesinos de zona rural y urbana presentan restricciones al acceso de alimentos, bienes, servicios, y movilidad como resultado de las confrontaciones entre mineros artesanales (manifestantes) y la fuerza pública", indicó.